Donde comer en Roma

“¿Qué restaurante nos aconsejan?” Es la pregunta más recurrente entre nuestros huéspedes en la Ciudad Eterna.

En efecto, comer en Roma puede convertirse en una experiencia única, o en una catástrofe… ¿Cómo orientarnos adecuadamente con los innumerables mensajes de las webs, las apps, las guías, periódicos, octavillas que día sí y día también nos avasallan sin cesar? ¿Cómo no acabar metiéndonos en los sabidos lugares turísticos? Ya solo los nombres de restaurantes y trattorie intentan encontrar la forma -y a menudo funciona- de sugestionar con el sonido y la ironía, incluso antes que con el paladar. Y he aquí entonces la “Vecchia Roma” (Vieja Roma), “Cesaretto”, “Ponzio Pilato”, “Al Cardinale”, “Al Cuppolone”, “Er Gricio” (el griego), “Er cassamortaro” (el operador de funerales), “Li Sette Colli” (Sette Colli), “I due ladroni” (los dos ladrones crucificados con Cristo), “Nerone ar Colosseo”…

Esto al menos para aquellos locales que mantienen relación con la cocina tradicional romana, denominada “cocina romanesca”, donde también los nombres de las recetas resuenan a veces a un cierto gusto truculento, popular, pintoresco e irreverente: rigatoni a la burina (pasta del campesino), il “cazzimperio” (el pene imperial), pastas a la puttanesca (espaguetis de la prostituta), i “cazzetti d’Angelo” (penes de ángel)… pero sí, en la Capital, cenar fuera es una práctica muy habitual, un auténtico banquete, un momento de socialización que resulta ser un encanto difícil de rehuir, donde no importa solo la comida, sino también el sentirse a gusto con los demás, reír, escuchar, ampliar el placer de la comida hablando de la misma, o de negocios…

Pero ¿qué es hoy día la cocina romana “casereccia” (casera)? Platos típicos a menudo preparados con ingredientes humildes pero de gran sabor, de origen popular, guisos, salsas, mollejas, ventrame, cordero, tripas, entrañas, guiso de rabo de buey, queso pecorino, rigatoni, carbonaras, alcachofas alla giudea (fritas), puntarelle, tonnarelli cacio e pepe (con queso y pimienta)… en fin ¡se come a lo grande!

Dónde disfrutar de la cocina romana – lugares con tendencia

La tradición culinaria de Roma presume de antiguos orígenes y de una riqueza y variedad legendarias: desde los banquetes de Trimalción en el Satiricón, de Petronio Arbitro, a las recetas de Apicio en su De re coquinaria, pasando por la comunidad judía presente en Roma antes del nacimiento de Jesucristo, o de los usos de los pueblos itálicos con una cocina más bien humilde basada en el pastoreo, la agricultura y la pesca. Sin olvidar a los Etruscos, los comedores medievales, los nuevos productos procedentes del Nuevo Continente, el Barroco, el Papado, las diversas novedades fruto de las invasiones…

Quartiere Monti

Empezamos esta breve guía en el primer Rione de Roma, Monti, un distrito en continua transformación, que pese a todo, logra mantener intacta una atmósfera que solo una ciudad como Roma puede brindar. Repleto de trattorie, locales a la moda, pizzerías, street foods, pastas frescas, lasañas, e innumerables kebabs – Monti atrae cada día a miles de personas que pasean por las callejuelas, en las plazuelas y en los locales para el aperitivo, brunch, happy hours, o simplemente para una cena con amigos. Son muchos los que quieren disfrutar de la verdadera cocina romana: entre las numerosas ofertas hemos seleccionado para vosotros la trattoria XXX. Aquí podréis vivir la auténtica experiencia de la cocina popular y sin gastar demasiado.

El Gueto Judío

El primer gueto judío del mundo sin duda es el gueto de Venecia. A los cuarenta años de su nacimiento, el 12 de julio de 1555, el papa Pablo IV ordenó establecer el gueto judío de Roma, el “serraglio degli ebrei”, junto al teatro de Marcelo. Hoy en día en Roma, el Gueto es también sinónimo de cocina Kosher, la tradicional cocina judía: caldo de pescado, bacalao, pescado relleno, alcachofas alla giudia (fritas), los dulces de tradición judío-romana… Un amplio abanico de posibilidades. Nosotros te recomendamos una cena en XXX

Testaccio

Para una “gran comilona” al puro estilo romanesco, no hay duda: ¡el distrito de Testaccio es el ideal! Toma el nombre del Monte Testaccio, una colina artificial formada por vasijas de barro, las “testae” (ánforas), pero está ligado sobre todo a la tradición culinaria romana por el Mattatoio (matadero), activo hasta los años cincuenta. Son incontables los locales “magnerecci” (de comidas) que proponen las recetas de la cocina romana: i “rigatoni co’ la pajata” (rigatoni con salsa pajata, una salsa a base de tomate), la “coda alla vaccinara” (guiso de rabo de buey), i “bucatini alla gricia” (un tipo de pasta con panceta), la “coratella” con i carciofi (cordero con alcachofas), la “trippa alla romana” (mondongo a la romana), alcachofas a la romana…

Obviamente, en Roma hay locales de todo tipo: especializados, sofisticados, tradicionales, innovadores, trend, en los museos, en lujosas terrazas con chefs de varias estrellas… y prácticamente se representa a todas las etnias: franceses, japoneses, filipinos, norcoreanos, tex-mex, árabes, argentinos, brasileños, africanos, rusos, hawaianos…

Incluso existen restaurantes que intentan re-elaborar recetas de la antigua Roma, basándose en estudios de expertos, a menudo arqueológicos, con el fin de obtener un resultado “científico”: nos preguntamos empero, si es realmente posible reproducir algo así como el “garum” (una salsa a base de pescado, muy utilizada en la antigua Roma).

Argiletumtour selecciona para vosotros los mejores locales, desde el típico restaurante de cocina romana, hasta las nuevas tendencias, cocina oriental e internacional o cocina biológica, vegana, brunch, ¡todo con sabor italiano!

¡No os lo perdáis!